Böhm-Chronik
Relato de Nuestro Décimo Viaje a Silesia
(Alemania hasta 1945, Polonia desde entonces)
Septiembre 2010
Escrito por Bertha Medina de Boehm
NUESTRO 10. VIAJE A SILESIA, Septiembre 2010

Programa Oficial de Nuestra Visita
El 6 de Septiembre de 2010 a las 9:30 llegamos al moderno aeropuerto de Munich, Alemania y después de recoger el coche que ya teníamos reservado, nos dirigimos a Pfaffenhofen, en donde viven nuestro hijo Alexander y mi cuñado Herbert con sus familias, a todos nos dió mucho gusto vernos y pasamos el día conviviendo con ellos. Mi cuñada sigue empeorando de su Alzheimer, pero conmigo se anima y pasa contenta el rato, mi cuñado dice que el que la oiga platicar conmigo va a pensar que él está exagerando. Mientras estábamos con mis cuñados regresaron Alexander y Eva de Salzburgo, Austria en donde tuvieron una exhibición. Después de visitar la tumba de mis suegros, regresamos a la casa de Alex y Eva. Los cuatro nos fuimos a comer al restaurante de un monasterio que esta cerca y que tiene muy buena cocina, estuvimos contentos y dimos una vuelta por los jardines del mismo. Son monjes Benedictinos y tienen una escuela para niños y creo que también hotel.
Martes 7 de Sept.: Después de desayunar iniciamos el viaje a Silesia. Teníamos que recoger a la Señora Gerda Nuernberger en Muelsen, Sajonia a donde llegamos a las tres horas de viaje. Ella ya nos estaba esperando con su equipaje en la puerta. Después de conversar un poco con su hija y su yerno nos despedimos pues nos esperaban cuatro o cinco horas de viaje y no queríamos que nos cogiera la noche en las montañas. En el camino tuvimos suficiente tiempo de entrar en confianza con nuestra nueva amiga. Gerda nació en 1926 en uno de los edificios del palacio Tannhausen que en aquel entonces pertenecía al mayor Gustav Böhm. Su papá tenía en arrendamiento los campos de cultivo y el establo de la hacienda a la que pertenece el palacio y por eso ahí vivían. Ella es la única persona en vida que conoció al tío-bisabuelo de Guenter y a pesar de su corta edad, pues éste falleció en 1933, aún se acuerda de él.
Llegamos a Jedlina Zdrój (antes Bad Charlottenbrunn ) como a las cinco de la tarde y nos hospedamos en la misma Villa en donde estuvimos el año pasado, la señora que estaba ahí para atendernos se llama Lucía y nos informó en un inglés muy limitado que al día siguiente nos recogerían a las diez de la mañana, nos ofreció té y galletas y con la ayuda de su hijo de 19 años que habla un poco más de inglés, pudimos conversar un poco. El joven se llama Andrew y le recordó a Guenter el tiempo en que él emigró a Canadá en 1958, la misma edad y la misma complexión, alto, delgado y rubio. También conocimos a Hanna su hermanita de 9 años que solo nos miraba con curiosidad.
Miercoles 8: Ya descansados, desayunamos temprano y a las 10 en punto llegó el Alcalde del lugar acompañado de una señorita que es maestra de alemán en una escuela preparatoria y que fué nuestra interprete durante los tres días que duró la visita oficial. El alcalde nos saludó como a buenos amigos, le presentamos a la Sra. Nuernberger y lo seguimos al ayuntamiento, ahí ya nos estaban esperando los dignatarios que ya conocemos de años anteriores y a todos nos dió mucho gusto volvernos a ver. En la sala de juntas nos ofrecieron café y galletas, nos informaron acerca de sus logros desde nuestra última visita (Julio de 2009) con fotografías y videos, nos dimos cuenta de lo bien y acelerado que van los trabajos de restauración, remodelación y embellecimiento de la ciudad, lo que es de admirar. Además nos dieron a conocer sus planes para el futuro con maquetas y planos de proyectos que en parte ya se han iniciado. Al final un reportero de la TV local que había estado tomando fotos de la reunión, entrevistó a Guenter. Uno de los dueños del palacio nos dió programas de las actividades planeadas para los tres días de nuestra visita oficial. Los programas muy bonitos, en la portada la fachada del palacio, el escudo de los Beheim y el titulo "Programa para la visita de la Fam. Böhm", en el interior las fechas con horarios y actividades.
Todos los presentes hicimos un recorrido a pié del centro de la ciudad, monumentos, banquetas y una glorieta que el año pasado estaban en construcción ya están terminados y más edificios tienen las fachadas restauradas. Visitamos el quiosco de aguas termales que es el atractivo de éste lugar y no pudimos escaparnos de probar el agua curativa. También nos dieron un recorrido de los dos centros médicos que dan toda clase de tratamientos y terapias a base de las aguas termales y a los que acuden personas no sólo de Polonia, sino de toda Europa en busca de salud física y espiritual. De lo más moderno.
A la una comimos en el restaurante Charlotta en el centro en donde ya habían hecho reservación para todo el grupo y después de comer y conversar , nos dieron toda la tarde libre y nos dijeron que a las siete sería la cena por lo que nos recogerían a las seis y media. Regresamos a la villa a descansar un rato y aprovechamos el tiempo libre para que Gerda nos mostrara los lugares en donde sus abuelos vivieron y la granja que sus papás compraron cuando el contrato de arrendamiento en el palacio se venció. Quedando su tío como nuevo arrendatario, ella pudo seguir visitando a sus amigos del palacio hasta 1946, año en que tuvo que abandonar su patria como casi todos los alemanes de ése lugar.
A pesar de la barrera del lenguaje, Gerda lleva muy buena amistad con la familia polaca que vive en la granja que fuera de sus papás y en donde ella creció, pues ya los ha visitado muchas veces, aún en tiempo de los comunistas y se vé que la quieren sinceramente. Nos pasaron a la casa y con lágrimas en los ojos nos mostró objetos que habían pertenecido a su familia y rincones que le traían recuerdos. La iglesia a la que solía asistir es muy antigua, aún está en pié y gracias a sus amistades, el cuidador nos dejó entrar, es muy pequeña pero interesantisima, pues aún conserva epitafios con escudos de las familias del difunto al que fueron dedicadas, las puertas con aldabones gigantes de cientos de años y afura muros medioevales, está escondida y protegida por un espeso bosque, el que no sabe de su existencia pasa frente al bosque sin apercibirse de ella.
Como planeado, a las seis y media nos recogió el alcalde con su esposa y juntos nos dirigimos al restaurante Zacisze Trzech Gór para cenar con el mismo grupo y otras personalidades del lugar, parece un sueño, ni nosotros podemos creer que formemos parte de la gente importante de esa población y que nos reciban siempre con tantas consideraciones, regalos y ramos de flores.
Jueves 9: A las 10 llegamos al palacio Jedlinka en donde ya nos estaban esperando las personas de siempre, la Fam. Leda, nuevos dueños del palacio y en el gran salón estaba una audiencia de jóvenes de la escuela preparatoria. Guenter les agradeció su presencia y el interés que han mostrado en los últimos años por la verdadera historia de su patria y los alentó a que escudriñaran en la historia de sus familias que automáticamente los llevará a la historia del lugar y de su patria que medio siglo atrás también fuera de él. Después de Guenter le tocó hablar a la señora Gerda Nuernberger, ésta de una manera muy amena les platicó de sus recuerdos infantiles en ese lugar, de sus juegos y travesuras con la nieta del dueño y de como se divertían los niños y jóvenes de aquel entonces, antes de que la guerra acabara con todo. Para cerrar con broche de oro el evento, repartimos chocolates americanos entre los estudiantes y nos despedimos con la promesa de volver el año próximo si Dios nos lo permite.
Nuestra Visita en el Castillo Tannhausen (Palace Jedlinka)
Después del evento en el Jedlinka Palace, nos llevaron a un recorrido por las escuelas del lugar en donde también han hecho muchas mejoras, sobre todo modernizando las instalaciones deportivas. Merece mencionarse el Jardín de Niños Católico, dirigido por una monjita que lo que le falta de estatura le sobra de carisma y talento. Tanto los salones como los jardines demuestran profesinalismo absoluto, dedicación y cariño. Los niños y las educadoras se ven felices, nos recibieron con entusiasmo hicieron algunas preguntas, entonaron rondas infantiles y nos obsequiaron con flores de papel crepé hechas por ellos mismos, una rima dedicada y firmada por directora y educadoras y tres ramos de flores naturales.
Nuestra Visita en Jedlina Zdroj (Bad Charlottenbrunn)
De ahí el párroco que también nos acompaña de vez en cuando nos invitó a ver la iglesia que están restaurando y que en uno o dos años podrán reinagurar. Fué iglesia protestante en tiempo de los alemanes, quedando abandonada al terminar la guerra, fué saqueada y desmantelada al correr de los años y hace no mucho el señor cura logró rescatarla o adquirirla para hacerla católica cuando esté terminada. Entramos y entre los andamios, Gerda nos mostró en donde se sentaba la Fam. Böhm que tenía un palco junto al púlpito. En donde fuera el panteón de la iglesia nos indicó el lugar exacto en donde se encontraba el sepulcro de la Fam. Böhm con doble fosa y monumento, ahora todo es un parque y según la secretaria del alcalde todos los restos fueron exhumados y se encuentran en una esquina del panteón católico, nos aseguró que el lugar está marcado por una cruz, pero no pudimos confirmarlo. Tal vez lo hagamos el año entrante.
Siguió una alegre comida en el restaurante del hotel Moniuszko con exquisitos platillos y al final más regalos. Las tres horas siguientes fueron libres y las dedicamos con el permiso de los dueños, para recorrer los campos y bosques del palacio que cuenta con 28 hectareas de ellos. Los Böhm llegaron a tener alrededor de 200 hectareas, predominadamente bosque. Apenas empezabamos a subir una loma cuando nos alcanzó Bogumil Leda, uno de los dueños del palacio para que nos pusieramos botas de hule, tenían de todas las tallas, sin ellas no hubieramos podido con los primeros cien metros. Ya bien calzados y con bastones logramos llegar a la cima de la loma, hasta donde empieza el bosque, desde ahí se contempla toda la extensión de la propiedad y un amplio horizonte rodeado de montañas. Guerda notó que en el lugar en donde los jóvenes y niños solían reunirse ya sólo queda un árbol de tilo de cinco que eran y que del gran castaño que sólo seis niños agarrados de las manos podían rodear, ya ni rastros, el bosque le pareció ralo, no como antes que hasta obscuro se veía según ella. Nuestra nueva amiga a sus 84 años está en una condición física y mental mucho mejor que nosotros, ni lentes necesita. Nos topamos con caracoles blancos gigantes, así como algunas ranas y Gerda recordó que en tiempos de la Segunda Guerra mundial, prisioneros franceses que vivían en los establos, los buscaban para cocinarlos y comerselos, según ellos eran una delicia, sobre todo las ancas de rana. Por fortuna no nos salieron viboras que dicen que abundan por ahí. Gerda nos mostró las ventanas de la recámara en donde ella y sus hermanos nacieron. Al final de ese edificio en sentido opuesto al palacio, se encuentran tres establos gigantes colocados en forma de herradura y ahí se está construyendo un hotel que planean inagurar en mayo del 2011, ya estamos invitados. Sobre uno de los establos están levantando las paredes del futuro hotel, solamente quitaron el techo, están aprovechando los masivos muros y así conservarán la arquitectura original. Será hotel de tres estrellas con 30 habitaciones, restaurante y salas de eventos. La Unión Europea está participando con el 30% de los gastos por lo que creo que sí lograrán construirlo.
El Proyecto del Hotel 'Palace Jedlinka'
A las 5 de la tarde estaba planeada una caminata por los bosques y praderas que rodean la población, solamente fué Guenter, a Gerda y a mi nos recogió Ela la secretaria del alcalde a las 6:30 para llevarnos al restaurante Magic Hut a donde llegaría el grupo que participó en la caminata a eso de las 7 de la tarde. El restaurante es una cabaña tipo alpino muy acogedor y se encuentra en las afueras de la ciudad, es parte de un parque de recreo para jóvenes con tirolesa, puentes colgantes, muros para escalar, un monoriel con carritos para una o dos personas y otras cosas. El grupo que asistió fué de "La Sociedad de admiradores de Jedlina Zdrój" que ya aceptó a Guenter como miembro desde el año pasado, esta vez fué una comida informal y de ambiente relajado. Los excursionistas se retrazaron más de una hora y llegaron exaustos pero de muy buen humor, la comida estuvo muy alegre, hasta cantaron. Como siempre todo muy sabroso y salimos de ahí casi a las diez de la noche con más regalos. La noche estaba fresca y en el cielo despejado brillaban cientos de estrellas que pudimos apreciar gracias a la obscuridad del bosque.
Viernes 10: A las 11, teníamos una cita en el Ksíaz Castle (antes Schloss Fürstenstein ), es un castillo que no fué destruido durante la guerra, por lo que ha conservado su belleza original, es museo y en sus perímetros se encuentran dos hoteles, varios restaurantes y algunas tiendas de recuerdos y artesanías. Ahí nos recibió el director del mismo que también es diputado del parlamento estatal, el se ha interesado en los trabajos de Guenter sobre la historia de la región y su idea de rescatar crónicas y libros antiguos sobre el mismo tema y que actualmente se encuentran en posesión de familias alemanas que fueron expulsadas al término de la Segunda Guerra Mundial, los descendientes no se interesan y están en peligro de perderse. Ese material se usaría para formar una biblioteca en el palacio Jedlinka que se pondría a disposición de estudiantes y personas que investiguen la historia de sus raices en esos lugares. La junta duró media hora y en seguida nos dieron un tour del museo. Saliendo de ahí nos dirigimos a las cuadras y criaderos de caballos que pertenecen al castillo y que son muy grandes, eso porque el sobrino de Gerda cría caballos en Sajonia y hace tres años vendió un cemental a éste lugar así que le encargó a su tía que viera como se encontraba el caballo, que por cierto se llama Lenox. Nos atendió la administradora del lugar y nos pasó a todos los rincones donde normalmente no entran extraños, muy interesante y que rodeos de entrenamiento tan grandes y bien cuidados. Los animales están preciosos y los entrenan para participar en competencias. Además hay un corral para caballos retirados que solo salen de vez en cuando a dar la vuelta por ser ancianos. Lenox se encontraba en prácticas por lo que no pudimos verlo.
A la una tuvimos una comida en el salón Heráldico del Palacio Jedlinka con los invitados de siempre, todo muy bien presentado y deliciosos pasteles de postre. Al final de la comida Radek Leda, uno de los dueños del palacio le obsequió a Guenter dos estuches de terciopelo rojo, un grande con la llave del salón dedicado a la Fam. Böhm y un pequeño con la llave de un librero nuevo que se encuentra en la mencionada sala y ésa fué la sorpresa que según el programa iba a haber después de la comida. Pasamos a la salita Böhm, el librero está muy bonito, de masiva madera obscura, mas no sé si es antiguo restaurado o nuevo estilo antiguo, con tres puertas de vidrio. Ideal para empezar la biblioteca genealógica que Guenter tiene en mente. Nos sorprendió ver nuestras fotografías entre un grupo de cuadros colgados en la pared del lado del escritorio, algunos son parte del paquete que mandaron los Böhm de Namibia en 2008, una foto de la reunión familiar que hubo en esa ocasión y otra de cuando le dieron a Guenter la ciudadanía honorífica el año pasado. También nos regalaron una carpeta con los planos y maqueta electrónica del hotel que están construyendo. Según eso va a quedar muy bonito. Al despedirnos nos avisaron que habían alquilado un mini bus para ir a la cena de despedida que hubo en el restaurante del Ksiaz Castle por la tarde y que en él nos recogerían a las 6:30.
Por primera vez, usamos el tiempo libre para descansar y puntuales llegaron a recogernos. La cena fué en un saloncito privado en uno de los restaurantes del castillo Ksiaz, fuimos 12 personas, a pesar de que todos estaban muy elegantes, el ambiente estuvo relajado, como entre buenos amigos, esta vez no hubo excusa de la manejada para saborear los buenos vinos que es con lo que siempre acompañan sus alimentos, sorprendentemente nadie se embriaga. Al final de la cena, a Gerda y a mí nos obsequiaron un juego de porcelana para café y para Guenter una botella de vino francés, todos sacamos fotos y nos despedimos con la promesa de volver el año entrante. El minibus nos regreso a la villa así como a los demás a sus respectivos domicilios.
Sábado 11: Ya libres de compromisos y habiendo visto todo lo que le interesaba a Gerda, dedicamos éste día a los lugares de nacimiento de Guenter de su papá y de sus abuelos. Después de recorrer Mieroszow (Friedland cuando nació Guenter) visitamos a las dos señoras que fueron vecinas de Guenter y que aún viven ahí, las dos se llaman Gretel y se casaron con polacos, eso las salvó de la expulsión de alemanes que hubo después de la guerra, aunque padecieron discriminación de parte de los polacos, con el tiempo se asimilaron, a pesar de que tenían prohibido hablar su idioma, nunca lo olvidaron, sus hijos nunca lo aprendieron y sorprendentemente algunos de sus nietos están muy interesados en aprenderlo, tanto que una nieta ya es maestra de alemán. Las dos familias nos reciben con gusto y nos atienden muy bien, con la primer Gretel, Gerda se entendió muy bien, son de la misma edad y estuvieron recordando que bonito fué el tiempo antes de la guerra y hasta nos cantaron las canciones que solían cantar en aquel entonces. Su hija nos ofreció café, pasteles y más tarde pierogis. Con la otra Gretel tambíén nos recibieron con gusto y tuvimos que volver a saborear café y pasteles y aunque le dió gusto vernos, con ella ya no se puede tener una conversación normal, pero su hija y yerno la animan a que traduzca para poder conversar un poco. Cuando Guenter recibió la ciudadanía honorífica las invitó y estuvieron en la ceremonia con sus familias. También conocemos a sus nietos y todos son muy amables con nosotros, ellos son los que corresponden con Guenter por internet.
De ahí nos fuimos a Unislaw Slaski (Langwaltersdorf) en donde nacieron los abuelos paternos de Guenter. Su abuela era la hija de un granjero bien situado con mucha tierra de cultivo y ganado vacuno tan bueno que hasta trofeos había ganado con él. Su abuelo era el hijo del dueño de un paradero que se encontraba frente a la granja al lado opuesto de la carretera, tenía restaurante, habitaciones para huéspedes, establos en donde se hacía cambio de caballos a las diligencias que ahí paraban y salón de baile en donde además de baile se hacían funciones de teatro y otros eventos. Los jóvenes se casaron y vivieron en el paradero, ahí tuvieron a sus dos hijos, una niña y un niño que fué el papá de Guenter (mi suegro). Las dos propiedades aún están en pié, la granja muy bonita en manos de una familia polaca en su segunda generación, ya los visitamos varias veces y siempre nos reciben bién aunque no hablan más que polaco, la primer vez llevamos interprete y esta vez nos pasaron al jardín que parece parque y a la casa que aunque por fuera conserva su aspecto antiguo, por dentro está remodelada con todas las comodidades modernas, nos ofrecieron café pero les prometimos dejarlo para el año entrante. Cuando ya nos estabamos despidiendo llegaron dos nietas, una de ellas habla bastante inglés y con emoción les tradujo a sus abuelos la historia de los abuelos de Guenter. En cambio lo que fué próspero paradero, está convertido en casa de departamentos, incluidos los establos y en muy mal estado de mantenimiento, pues parece que todavía pertenece al estado. Hace unos años lo visitamos y uno de los inquilinos nos mostró el patio y lo que fuera sala de baile, ahora en estado de ruina, al final nos estiró la mano pidiendo propina.
Regresamos a la villa, Guenter sa acostó temprano pues se sentía resfriado, Gerda y yo nos sentamos en la sala , y estuvimos conversando largo rato, Lucia nos llevó te y galletas, su hija Hanna, estaba viendo televisión en otra salita con su perro, yo le regalé a la niña chocolates y Gerda sus últimos Zlotys.
Domingo 12: Después de desayunar nos despedimos de Lucia y familia y les dimos una buena propina, pues nos atendieron lo mejor que pudieron y hasta una vez me lavó la ropa. Amaneció lloviendo y así siguió todo el camino, llegamos a la casa de Gerda como a las dos de la tarde, ya su hija nos estaba esperando con café y pastel que había hecho para recibirnos, no pudimos negarnos a acompañarlos pero sólo por poco tiempo, pues a las 4:30 nos esperaban los amigos de escuela de Guenter en un restaurante cercano y aún teníamos que llegar al hotel, de casualidad Gerda vive por el mismo rumbo. Cuando llegamos al restaurante ya estaban todos esperandonos con sus esposas que también disfrutan la reunión, las cuatro horas que pasamos ahí se nos fueron sin sentir platicando de nuestro viaje a Polonia, ellos de las novedades en sus familias, viendo fotos nuevas y antiguas y recordando la juventud.
Lunes 13: Tomamos el lunch con Eberhard, Ingeborg y Hans, dos amigos del grupo de ayer y sólo uno con esposa, a media comida sonó el telefono de Eberhard y era Manfred desde Mallorca en donde tiene una casa en la playa, lamentó no poder haber estado en la reunión de compañeros de escuela y prometió hacer todo lo posible por asistir el año entrante. Por la tarde fuimos al café a casa de Gerda para platicar con más calma del viaje a Polonia. La plática estuvo tan interesante que ahí nos sorprendió la hora de la cena y salimos ya de noche y con niebla, por fortuna el hotel no está muy lejos. Gerda aún tiene la granja que heredó de su esposo y con ella viven su hija, su yerno y su nieta con esposo y bebé. Aunque ya no tienen animales y los campos de cultivo los tienen rentados, aún hay mucho quehacer y con eso le ayuda su familia, tienen todo muy bonito y bién cuidado, pues está catalogada como monumento histórico lo que lleva consigo ventajas y desventajas.
Martes 14: Después del desayuno salimos rumbo a Emsdetten, que está cerca de la ciudad de Münster, ahí vive una prima hermana de Guenter, su hijo remodeló el segundo piso de la casa de su mamá para él y así estar al pendiente de ella que ya no está muy bien de salud. Todo el camino llovió en partes bastante fuerte, vimos dos accidentes, uno de ellos muy fuerte, pues estaban 3 ambulancias y un coche completamante destruido. Llegamos como a las 4 de la tarde, como siempre café y pasteles ya nos estaban esperando, ella se ve mucho mejor que el año pasado, entonces tuvimos que visitarla en el hospital. Fuimos a cenar a un restaurante y con interés escucharon nuestro relato del viaje a Polonia. Ellos ya conocen pues asistieron a la reunión familiar en el palacio en 2008.
Miercoles 15: Por la mañana Reinhard nos llevó al centro a revelar fotos y a hacer algunas compras y por la tarde todos fuimos a visitar a una tía que el 5 de Oct. cumplió 100 años, ella y su hija también son de Silesia, así que la plática estuvo muy animada e interesante, nos enseñó las fotos de sus abuelos de mediados del siglo XIX. Su hija que también es viuda vive con ella y las dos se cuidan y se acompañan, ambas están muy bién para sus respectivas edades, naturalmente hubo pasteles y café. Los cien años los van a festejar en grande y todos los familiares y amigos estamos invitados. Como nosotros no vamos a poder asistir, le llevamos su regalo y su tarjeta adelantados, le dió mucho gusto y dijo que los abriría el mero día. De ahí nos fuimos a cenar a un restaurante y ya en la casa vimos con calma las nuevas fotos. Llegó la señora que ayuda a Gerda con sus necesidades personales, le ayudó a asearse y cambiarse y la metió a la cama, al rato también nosotros nos retiramos. Naturalmente nos acordamos de los festejos del bisentenario que después vimos, estuvieron muy bonitos.
Jueves 16 de Sept.: Viva Mexico!! Este día lo pasamos en Münster con un excompañero de trabajo de Guenter, trabajaron juntos en Daimler-Benz por 1966 -70 y nunca se ha perdido el contacto. Casi cada año en los últimos diez, nos encontramos y pasamos juntos el día caminando, visitando lugares de interés y descansamos sentandonos en algún restaurante, saboreamos algún platillo típico del lugar y hacemos una que otra compra. Regresamos como a las seis y cenamos en casa, la hija de Gerda que vive cerca pasó un rato a saludarnos.
Viernes 17: Después del desayuno salimos rumbo a Schotten que queda a 3-4 horas al sur de Emsdetten, ahí visitamos otro excompañero de Guenter de cuando trabajó para Volvo en 1972. Su esposa y él siempre nos reciben con gusto y son correspondidos. Ella es de Hungría y me recuerda a mi madrina Elenita.
Sábado 18: Seguimos hacia el sur y en tres horas llegamos a Aschaffenburg ahí tenemos amigos de cuando vivíamos en Ringheim que está muy cerca de ahí. Ellos tienen una hija un año mayor que Oliver y nos visitabamos con frecuencia. Nos visitaron en México y también en USA. Los dos cocinan estilo gourme y conocen de vinos, así que ahí refinamos el paladar y saboreamos exquisitos platillos.
Domingo 19: Por la mañana visitamos el parque del castillo Johannisburg a orillas del rio Main y recordamos cuando llevabamos a los niños a pasar un rato en esos jardines tan bonitos. Por la tarde nos escapamos por dos horas para visitar a nuestros vecinos de Ringheim. El Señor falleció hace algunos años y la señora remodeló la casa, abajo vive ella y arriba su hija y su nietecita de seis años. También estaba su hijo con su familia. Son de la edad de nuestros hijos y cuando vivíamos en la casa de junto eran inseparables. Les dió mucho gusto vernos y las dos horas se nos fueron como un suspiro platicando, viendo fotos y por supuesto tomando café y pastel. Ellos también nos han visitado tanto en México como aquí y piensan volver a hacerlo. Regresamos con nuestros amigos de Aschaffenburg y nuevamente saboreamos una cena deliciosa.
Lunes 20: Llegamos a Pfaffenhofen alrededor del medio día, Alexander y Eva aún no llegaban, pero sabiendo que ibamos a llegar primero, nos habían dado llave así que pudimos entrar. Después de poner la lavadora previo permiso de hacerlo, nos fuimos a ver a Herbert. Como estaban en vispera de mudanza su condominio ya estaba medio vacio. Se van a un departamento en el centro, todo lo que necesiten va a estar a su alcance sin necesidad de coche, es un conjunto en donde vive pura gente mayor y con servicio de ayuda de todo tipo si lo solicitan. El depto. es casi igual a su condominio pero en el primer piso y con elevador, ahora están en el tercero sin elevador y por eso mi cuñada no quiere salir, ojalá que allá se anime más. El condominio se lo van a rentar a una de sus nietas. Después del obligado café Herbert nos acompañó al panteón. Cuando llegamos a la casa ya estaban Alex y Eva, juntos nos fuimos a comer a un restaurante tailandes que queda cerca y la comida es sabrosa, todos estabamos cansados por lo que nos acostamos temprano, pero antes fuimos a comprar lo que necesitabamos para desayunar.
Martes 21: Alexander nos llevó a su bodega para enseñarnos como la amplió rentando más espacio, le quedó muy amplia y bastante lugar para moverse y como siempre reina un orden meticuloso. Eva también tenía mucho trabajo, además de desempacar y lavar la ropa, hay que contestar llamadas acumuladas en la contestadora, cartas y emails con pedidos que han llegado en los días que no estuvieron en casa y solo viendolos comprende uno que de verdad no tienen tiempo para otra cosa en tiempo de exhibiciones. Por la tarde ellos seguían ocupados y nosotros fuimos a saludar a nuestro sobrino Peter y fam. que viven muy cerca de Alexander. Más tarde fuimos a comer al centro con Alex y Eva para no dar más quehacer.
Miercoles 22: Después de hacer las últimas compras comimos los cuatro en el centro y les enseñamos el edificio en donde van a vivir Herbert y Elsbeth. El último día de nuestro viaje, todos teníamos mucho quehacer, nosotros empacando y ellos preparando todo para la exhibición en Stuttgart pués mañana temprano todos tenemos que partir, nosotros al aeropuerto de regreso a USA y ellos a Stuttgart. Se van a hospedar en Hegnach, en ese lugar vivimos cuando Alex tenía 3-4 años, quiere ver si reconoce algo, tal vez la casa y su Jardín de Niños. De ahí hacen 15 min. a Stuttgart. Por la tarde Herbert y Peter llegaron a despedirse, lo que hicimos con pasteles y café, de cena nos acabamos todo lo que había en el refrigerador
Jueves 23. Tuvimos un viaje tranquilo y en casa encontramos todo bién así como a la familia. En tres semanas Nicholas alcanzó a su papá y eso a los 12 años.
La Prensa del 10.Sept. al 13.Sept.2010
Reporte de la TV del 8.Sept. 2010 (Buscar en la fila derecha)
Odwiedziny honorowego obywatela
Historia de la Familia Böhm